Nacemos, o nos hacemos Mujeres_ PERSPECTIVA E IGUALDAD.

Hola soy Nerea Parra, encargada del área de Perspectiva de Género e Igualdad de Oportunidades. Hoy decido resolver juntas la siguiente pregunta: nacemos, o nos hacemos Mujeres?

Simone de Beauvoir en su libro ‘El segundo sexo’ (Le Deuxième Sexe), nos deja esta frase para la historia:

“mujer no se nace, mujer se hace”

a la cual me gustaría añadir una reflexión: “¿y el hombre, nace o se hace?”.

Tanto mujeres como hombres no nacemos como tal, sino que nos convertimos en lo que la sociedad entiende por tales conceptos.  Nacemos con las características inherentes a nuestro sexo biológico y que nos diferencian como hembras o machos y que no cambia, ya estemos en un país o en otro, en un momento histórico u otro. Sin embargo es a lo largo del proceso de socialización que experimentamos desde que nacemos, mediante el cual adquirimos esa identidad de género.

Desde que nacemos a mujeres y hombres se nos socializa en los valores socio culturales del momento histórico en el que lo hacemos, se nos educa y socializa para desempeñar determinados roles y estereotipos de género, para desempeñar determinados papeles en la sociedad o desarrollar ciertas conductas y actitudes, que son lo deseable como mujeres o como hombres, para esa sociedad y en ese momento concretos.

En este proceso de “Socialización de género” intervienen diferentes agentes como la familia, la escuela, los medios de comunicación, el juego… , todos ellos nos dicen cómo debemos comportarnos para encajar dentro del arquetipo de mujer o hombre. Esto, que es lo que se conoce como el género, sí que es cambiante, es diferente de un país a otro y de un momento histórico a otro, el concepto de mujer u hombre como ese conjunto de conductas y estereotipos que se espera que se desarrollen, cambia dependiendo de si nacemos en el siglo XXI o lo hemos hecho en siglo X, o de si nacemos en un país u en otro, ya que va ligado a las costumbres y expectativas socioculturales del momento y el lugar.

Por tanto, nos convertimos en aquello que la sociedad nos prepara para ser, en mujeres y hombres, y lo hacemos con toda la carga de estereotipos y roles que nos atribuyen, que es en ambos casos una pesada carga.

Por ello es muy importante socializar en base a valores de igualdad, para que las niñas y los niños de hoy tengan en el futuro iguales oportunidades, y no se vean relegados a la reproducción de esos roles socialmente asignados a sus receptivos arquetipos.

Mujeres y hombres no nacen, sino que se hacen. Hagamos por tanto que lo hagan en base a la igualdad.

_para reflexionar

Los estereotipos de género hacen referencia a una serie de ideas impuestas, simplificadas, pero fuertemente asumidas, sobre las características, actitudes y aptitudes de las mujeres y los hombres.
Seguramente has escuchado alguna vez frases como éstas en tu entorno:

·En los estudios las mujeres son más trabajadoras, pero ellos son más inteligentes.
·Las mujeres son más dependientes y emocionales que los hombres.
·Las niñas son más buenas y los niños más traviesos.
·Las mujeres tienen menos ambición en el trabajo que los hombres.
·Los hombres son más racionales, decididos y competitivos.

Aunque a veces nos puedan parecer inocuos, los estereotipos de género marcan la existencia de las mujeres y de los hombres, condicionando sus gustos (juegos y deportes), sus expectativas (sus metas profesionales), sus ocupaciones y empleos (todavía existen profesiones feminizadas y masculinizadas), sus salarios y en general su manera de vivir.

Nerea Parra_Perspectiva de género e igualdad de oportunidades.

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